El cambio climático es uno de los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad en la actualidad. Cada año, el mundo experimenta incendios forestales, inundaciones y huracanes más severos, afectando a millones de personas y causando daños por miles de millones de dólares. Enfrentar esta crisis requiere colaboración global, ya que ningún país puede resolverla por sí solo. El presidente Donald Trump declaró el lunes, su primer día en el cargo tras ser reelegido, que retirará nuevamente a Estados Unidos del acuerdo climático de París de 2015. Esta decisión genera preocupaciones significativas sobre el progreso que podemos lograr en la lucha contra el cambio climático sin una cooperación internacional unificada.
Los acuerdos climáticos globales, como el Acuerdo de París, son tratados en los que los países se comprometen a trabajar juntos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos acuerdos establecen metas para reducir emisiones, proporcionan financiamiento para proyectos de energía limpia y crean un marco para compartir tecnología y conocimientos a través de las fronteras.
El objetivo de estos acuerdos es sencillo: mantener las temperaturas globales por debajo de un aumento de 1.5 a 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Los científicos coinciden en que superar este umbral podría causar daños irreversibles a nuestros ecosistemas, economías y comunidades.
El cambio climático es un problema global causado por las emisiones de todos los países. Incluso si un país toma medidas agresivas para reducir las emisiones, no será suficiente a menos que otros hagan lo mismo.
Trabajar juntos permite a los países invertir en energía limpia y crear empleos en nuevas industrias como la eólica, la solar y los vehículos eléctricos. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la transición a las energías renovables podría crear 42 millones de empleos a nivel global para 2050.
Muchos países pequeños y en desarrollo enfrentan los peores impactos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar y el clima extremo, a pesar de ser los que menos contribuyen al problema. Los acuerdos climáticos aseguran que las naciones más ricas ayuden a financiar los esfuerzos de adaptación y mitigación en estas regiones.
Cuando un país se retira de un acuerdo climático, envía el mensaje de que la cooperación internacional no es una prioridad. A continuación, algunas consecuencias:
Sin compromisos con los objetivos globales, los países pueden retrasar la toma de medidas necesarias para reducir las emisiones. Esto podría dificultar la prevención de impactos climáticos catastróficos.
La energía limpia es el sector de más rápido crecimiento a nivel global. Los países que no participan en acuerdos climáticos pueden perder oportunidades económicas mientras el mundo avanza hacia las energías renovables.
Los acuerdos climáticos se basan en la confianza y la rendición de cuentas. Cuando una nación se retira, puede debilitar la confianza de otras naciones y desalentarlas a cumplir con sus propios compromisos.
Aunque las políticas nacionales puedan fallar, muchas ciudades y estados están tomando medidas para cumplir con los objetivos climáticos. Por ejemplo, California tiene sus propias metas ambiciosas de reducción de emisiones y realiza fuertes inversiones en energía renovable.
Usa tu voz para exigir protecciones ambientales más fuertes. Apoya a líderes y políticas que prioricen la energía limpia, la conservación y la sostenibilidad.
El conocimiento es poder. Sigue a organizaciones de confianza como el programa de Cambio Climático de las Naciones Unidas para mantenerte informado sobre los esfuerzos globales.
Enfrentar el cambio climático requiere que todos trabajemos juntos. Aunque retrocesos como la salida de acuerdos climáticos pueden ser desalentadores, no tienen por qué detener el progreso. Al impulsar acciones más contundentes en todos los niveles, desde lo local hasta lo global, podemos construir un futuro más limpio y seguro para todos.
No perdamos de vista el panorama general. La crisis climática nos afecta a todos, y resolverla requerirá esfuerzo colectivo, innovación y determinación. Juntos, podemos asegurarnos de que ninguna comunidad se quede atrás en la lucha por un futuro sostenible.
01/20/2025 – Este artículo ha sido escrito por el equipo de FalseSolutions.Org
