Almacenamiento Subterráneo de CO2

El proceso de captura subterránea de CO2, tal como se pretende en las iniciativas de almacenamiento de carbono, implica varios pasos destinados a almacenar de forma segura el dióxido de carbono a gran profundidad.

Carbon Capture Diagram

Captura y Almacenamiento de Carbono (CCS): Almacenamiento Subterráneo de CO2

El proceso de captura subterránea de CO2, tal como se pretende en las iniciativas de almacenamiento de carbono, implica varios pasos destinados a almacenar de forma segura el dióxido de carbono a gran profundidad.

Aquí hay una descripción del proceso teórico.

  1. Captura de Carbono: El primer paso consiste en capturar las emisiones de dióxido de carbono de fuentes industriales, como centrales eléctricas o fábricas. Esto se logra típicamente a través de diversas tecnologías, incluida la absorción de aminas, la combustión de oxicombustible o la separación de membranas, que capturan CO2 antes de que se libere a la atmósfera.
  2. Compresión: El CO2 capturado se comprime para aumentar su densidad, lo que facilita su transporte e inyección en sitios de almacenamiento subterráneo.
  3. Transporte: El CO2 comprimido se transporta a través de tuberías u otros medios hasta el lugar de almacenamiento designado. El transporte puede implicar distancias considerables dependiendo de la ubicación de la fuente de emisión y la instalación de almacenamiento.
  4. Inyección: En el sitio de almacenamiento, el CO2 se inyecta a gran profundidad en formaciones geológicamente adecuadas. Estas formaciones pueden incluir depósitos de petróleo y gas agotados, acuíferos salinos o vetas de carbón no explotables . El CO2 inyectado desplaza los fluidos presentes en la formación, ocupando espacios porosos y quedando atrapados dentro de la estructura geológica.
  5. Monitoreo y Verificación: Las técnicas de monitoreo, como estudios sísmicos, registro de pozos y monitoreo de aguas subterráneas, se emplean para garantizar la integridad del sitio de almacenamiento. El monitoreo y la verificación continuos son necesarios para detectar cualquier posible fuga o movimiento del CO2 almacenado.

 

Requisitos para un Almacenamiento de Carbono Exitoso:

Para que el almacenamiento subterráneo de CO2 sea efectivo y seguro, se deben cumplir varios requisitos:

  1. Formaciones Geológicas Adecuadas: El sitio de almacenamiento debe poseer formaciones geológicas adecuadas con capacidad e integridad estructural adecuadas para retener de forma segura el CO2 inyectado durante largos períodos. Las formaciones deben tener capas impermeables para evitar fugas de CO2.
  2. Caracterización del Sitio: La caracterización exhaustiva del sitio es esencial para comprender la geología, la hidrología y la geoquímica del sitio de almacenamiento. Esto ayuda a evaluar su idoneidad para el almacenamiento de carbono y proporciona información crucial para el monitoreo y la evaluación de riesgos.
  3. Estabilidad a Largo Plazo: El sitio de almacenamiento debe exhibir estabilidad a largo plazo para garantizar que el CO2 almacenado permanezca aislado y no represente ningún riesgo ambiental o de seguridad. Se llevan a cabo modelos detallados y evaluaciones de riesgos para evaluar el potencial de fugas u otros impactos adversos.

 

Comparación con las Prácticas Actuales:

Desafortunadamente, la realidad de las iniciativas de almacenamiento de carbono se ha desviado del propósito previsto. Un número significativo de instalaciones de almacenamiento de carbono a gran escala en los Estados Unidos utilizan el CO2 capturado para proyectos de recuperación mejorada de petróleo (EOR). En este proceso, el CO2 inyectado ayuda a extraer petróleo adicional de los pozos agotados al reducir la viscosidad de las reservas de petróleo restantes.

Este enfoque, aunque económicamente beneficioso para la industria del petróleo y el gas, desvía el propósito del almacenamiento de carbono de la mitigación del cambio climático a largo plazo. En lugar de almacenar permanentemente el CO2 capturado bajo tierra, se utiliza para extraer más combustibles fósiles, perpetuando así la dependencia del petróleo y el gas y dando como resultado emisiones adicionales del petróleo extraído.

Esta práctica plantea preocupaciones sobre la integridad ambiental y la efectividad de las iniciativas de almacenamiento de carbono. Destaca la desalineación entre la intención original de almacenar CO2 bajo tierra y la utilización actual del dióxido de carbono capturado para obtener ganancias económicas a corto plazo a través del aumento de la producción de petróleo.

El proceso teórico de captura subterránea de CO2 implica capturar, comprimir, transportar e inyectar dióxido de carbono a gran profundidad en formaciones geológicas adecuadas. Sin embargo, la realidad ha visto un enfoque significativo en la utilización de CO2 capturado para mejorar la recuperación de petróleo, desviándose del propósito previsto del almacenamiento de carbono para la mitigación del cambio climático.

 

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