En la carrera por dominar la inteligencia artificial, gigantes tecnológicos como Amazon y Google están invirtiendo miles de millones en energía nuclear, promoviéndola como una solución de “energía limpia”. Pero detrás de la retórica diseñada para relaciones públicas se esconde una Falsa Solución, una que prioriza las ganancias corporativas sobre la seguridad pública, la responsabilidad ambiental y la justicia energética. Con el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) desmantelando el Departamento de Energía (DOE) y consolidando el poder en manos de unos pocos, este giro hacia la energía nuclear plantea preocupantes interrogantes sobre la rendición de cuentas y la ética.
Amazon, a través de su división en la nube Amazon Web Services (AWS), anunció una enorme inversión de $500 millones en energía nuclear para impulsar su futuro basado en inteligencia artificial. La empresa está financiando tres proyectos nucleares en Washington, Virginia y Pensilvania, con el objetivo de alcanzar hasta 960 MW de energía nuclear.
¿La justificación de Amazon? La energía nuclear proporciona una “fuente de energía confiable y sin carbono”. ¿La realidad? Es un Problema Real disfrazado de Solución Real, que ignora los riesgos bien documentados de los desechos nucleares, los fallos catastróficos y los inmensos costos de desmantelar los reactores.
Para más información sobre la expansión nuclear de Amazon, consulta: New York Post
Google también se ha subido al tren nuclear. En octubre de 2024, anunció una asociación con Kairos Power para desarrollar siete Reactores Modulares Pequeños (SMRs) en EE.UU., con el objetivo de generar 500 MW de energía para 2035. Este movimiento se presenta como parte de su compromiso con la “energía limpia”, pero lo que Google no menciona es que los SMRs siguen siendo en gran medida no probados a gran escala y presentan sus propios riesgos únicos de seguridad y proliferación.
¿Por qué Google está tan interesado en la energía nuclear? Tal vez porque el CEO Sundar Pichai donó millones a la campaña de Trump, alineando los intereses energéticos de Google con una administración ansiosa por desregular la energía nuclear y desmantelar la supervisión ambiental.
Para más detalles: Wall Street Journal
En noviembre de 2024, la Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC) rechazó la propuesta de Amazon para obtener energía adicional de la planta nuclear de Susquehanna para su centro de datos en Pensilvania. La comisión citó como principales razones para la negativa los posibles impactos en la confiabilidad de la red y el aumento de los costos de la energía para el público. Esta decisión resalta los riesgos de que las empresas tecnológicas monopolicen los recursos energéticos a expensas de la infraestructura pública.
Para más detalles: Reuters
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), la agencia liderada por Trump encargada de “optimizar” las operaciones federales, ya ha despedido al 11% del personal del DOE (aproximadamente 1,800 empleados), enfocándose en expertos en clima e infraestructura. Esto debilita convenientemente la supervisión, facilitando que empresas como Amazon y Google impulsen su agenda nuclear sin un escrutinio público significativo.
Lee más: Senate Appropriations Committee Report
Aunque hasta ahora la FERC ha resistido la agresiva expansión nuclear de las grandes tecnológicas, expertos legales advierten que podría no mantener su independencia por mucho tiempo.
A pesar de no ser directamente afectada por la reestructuración de DOGE, los esfuerzos en curso para expandir la autoridad presidencial sobre agencias independientes podrían amenazar la autonomía y el poder regulador de la FERC. Si la administración logra consolidar el control sobre agencias como la FERC, decisiones como el rechazo del acuerdo de Susquehanna de Amazon podrían quedar en el pasado, allanando el camino para la toma de control corporativa de los recursos energéticos sin restricciones.
Para más detalles: Law360
Lo más indignante sobre la apuesta nuclear de Big Tech es que ya existen mejores soluciones. Las empresas tecnológicas podrían invertir en energía solar, eólica y almacenamiento a gran escala para satisfacer la demanda energética de la IA sin los riesgos de desechos nucleares o contaminación radiactiva.
En cambio, Google y Amazon optan por la energía nuclear porque consolida el poder en pocas manos, creando un sistema energético donde controlan la generación, distribución y precios. Esto no se trata de sostenibilidad, sino de monopolizar el mercado energético para dominar la IA.
El camino a seguir no es la energía nuclear. La Verdadera Solución es una estrategia energética centrada en las energías renovables que prioriza a las personas sobre las ganancias. Esto significa:
Los multimillonarios tecnológicos no deberían decidir el futuro de la energía en acuerdos a puerta cerrada con un gobierno desregulado. Si realmente queremos un futuro sostenible, debemos impulsar soluciones energéticas que funcionen para la mayoría, no solo para unos pocos.
02/17/2025 – Escrito por el equipo de FalseSolutions.org