A medida que el crecimiento industrial y la expansión urbana continúan a lo largo del Golfo de México, la demanda de agua está aumentando rápidamente. En respuesta, los gobiernos estatales y las industrias privadas están promoviendo la desalinización como una solución a la escasez de agua. Sin embargo, esta estrategia conlleva importantes desafíos ambientales, sociales y económicos que ponen en duda su viabilidad y equidad a largo plazo.
La desalinización consiste en eliminar la sal y otras impurezas del agua de mar o agua salobre para producir agua dulce. Aunque esta tecnología puede proporcionar agua potable, es intensiva en energía, costosa y genera salmuera concentrada como subproducto. El Golfo de México, con su extensa costa y proximidad a centros industriales, se ha convertido en un punto de interés para los proyectos de desalinización.
Corpus Christi lidera con planes ambiciosos de desalinización, incluyendo múltiples proyectos dentro de la bahía con capacidades que superan los 136,000 metros cúbicos por día. Estos están dirigidos principalmente a apoyar industrias como la refinación y los petroquímicos.
Las instalaciones de desalinización son de menor escala, mayormente ubicadas en alta mar, y atienden necesidades industriales y municipales.
Tampa Bay alberga la planta de desalinización de agua de mar más grande en operación de la región, frecuentemente citada como modelo para otros proyectos a pesar de su historial de desafíos operativos.
La descarga de salmuera de la desalinización puede alterar drásticamente los niveles de salinidad en las aguas cercanas, dañando los ecosistemas marinos. Por ejemplo, un aumento en la salinidad de la Bahía de Corpus Christi podría exacerbar las floraciones algales nocivas, como las mareas rojas, que devastan las pesquerías y la biodiversidad marina. Los humedales costeros y los estuarios, que funcionan como criaderos para la vida marina, enfrentan amenazas adicionales debido a las actividades de construcción y operación.
La desalinización requiere una cantidad significativa de energía, a menudo proveniente de combustibles fósiles. Esto no solo incrementa las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también socava los objetivos ambientales asociados con las iniciativas de agua limpia.
Muchos de los proyectos de desalinización planificados están ubicados cerca de comunidades desfavorecidas. Estas áreas ya soportan cargas desproporcionadas de contaminación industrial y enfrentarían costos más altos de agua y energía debido a la desalinización. La salmuera y los subproductos químicos pueden infiltrarse en los suministros de agua locales, representando graves riesgos para la salud.
Aunque la mayor parte del agua producida por estas plantas de desalinización se destinará a la industria, particularmente a la petroquímica para apoyar más refinerías de petróleo y la producción de plásticos, serán los residentes locales quienes cargarán con los costos. No solo enfrentarán facturas de agua más altas, sino también riesgos para su salud debido al aumento de la contaminación y la degradación ambiental. En última instancia, los principales beneficiarios de estos proyectos serán las corporaciones, cuyos beneficios crecerán a expensas del bienestar de las comunidades.
Los altos costos operativos de la desalinización, impulsados por el uso de energía y el mantenimiento, inevitablemente se traducen en tarifas de agua más elevadas. Por ejemplo, los proyectos planificados en Corpus Christi corren el riesgo de replicar la carga financiera que experimentaron los residentes cerca de la Planta de Desalinización de Carlsbad en California, donde las tarifas de agua aumentaron significativamente.
Las actividades industriales en el Golfo exacerban la escasez de agua:
Si bien la desalinización puede complementar el suministro de agua, no aborda las causas fundamentales de la escasez de agua: la sobreexplotación, la contaminación y el uso ineficiente del agua. El impulso por la desalinización a menudo desvía la atención y los recursos de soluciones sostenibles, tales como:
La desalinización a lo largo de la Costa del Golfo representa un peligroso precedente que prioriza el crecimiento industrial sobre la salud ambiental y social. Los interesados deben abogar por:
Al abordar las causas fundamentales de la escasez de agua e implementar soluciones equitativas, podemos proteger los ecosistemas del Golfo de México y garantizar un futuro hídrico justo y sostenible.
12/26/2024 – Este artículo ha sido escrito por el equipo de FalseSolutions.Org.
Fuentes para Lectura Adicional: