En febrero de 2025, la administración de Trump implementó drásticos recortes de empleos en agencias federales, incluyendo el Servicio de Parques Nacionales (NPS) y el Servicio Forestal de EE.UU. Aproximadamente 1,000 empleados del NPS y 3,400 trabajadores del Servicio Forestal fueron despedidos. Estos individuos desempeñaban roles fundamentales en el mantenimiento de senderos, la educación de los visitantes y la protección de la vida silvestre. La pérdida de su experiencia y dedicación representa una grave amenaza para la salud y accesibilidad de nuestras tierras públicas. (The Guardian)
El público respondió con protestas generalizadas. En el Parque Nacional Yosemite, los guardabosques izaron una bandera estadounidense al revés en la cima de El Capitán, señalando su angustia por los recortes de empleos. Se llevaron a cabo manifestaciones en más de 400 parques en todo el país, con miles de personas movilizándose para apoyar a los trabajadores despedidos y abogar por la protección de las tierras públicas. (San Francisco Chronicle)
Agraviando aún más la situación, la administración ha propuesto abrir millones de acres de tierras públicas a operaciones de petróleo, gas y minería. Esta medida amenaza con alterar ecosistemas, contaminar el aire y las fuentes de agua, y destruir sitios culturales y arqueológicos. Estas acciones privilegian ganancias económicas a corto plazo sobre la salud a largo plazo de nuestro medio ambiente y comunidades. (NRDC)
Los parques nacionales y las tierras públicas contribuyen significativamente a las economías locales a través del turismo y la recreación. En 2023, los visitantes de los parques respaldaron aproximadamente 415,000 empleos y generaron $55.6 mil millones en actividad económica. Los recientes recortes de empleos y la posible degradación ambiental podrían reducir el turismo, perjudicando a negocios y comunidades que dependen de los ingresos relacionados con los parques. (AP News)
El enfoque actual para la gestión de las tierras públicas presenta riesgos significativos. En lugar de abrir estas áreas a la explotación industrial, debemos explorar soluciones que equilibren la preservación ambiental con oportunidades económicas sostenibles. Invertir en proyectos de energía renovable, promover el ecoturismo y apoyar iniciativas de conservación pueden generar beneficios económicos mientras protegemos nuestro patrimonio natural para las futuras generaciones.
Nuestras tierras públicas están bajo ataque, pero a través de la acción colectiva y el compromiso con mejores soluciones, podemos garantizar que permanezcan protegidas y apreciadas por muchos años más.
